Hezbollah recupera fuerzas en América Latina tras su retroceso en Medio Oriente
Por: Rubén Guillemí
Fuente: La Nación
Informes revelan el traslado de líderes del grupo a América del Sur y su creciente alianza con el crimen organizado

Fuente: La Nación
Informes revelan el traslado de líderes del grupo a América del Sur y su creciente alianza con el crimen organizado
Ciudad del Este, en Paraguay, foco de actividades sospechosas de Hezbollah - Marcelo Manera
El año pasado, los principales líderes de la organización libanesa Hezbollah fueron eliminados, su arsenal quedó diezmado, sus tropas fueron obligadas a alejarse de la frontera israelí y la presencia de la agrupación terrorista fue raleada en el poder político libanés.
Pero el actual líder de la organización, Naim Qassem, rechazó la posibilidad de entregar sus armas al gobierno del Líbano, tal como establecía el acuerdo de cese del fuego con Israel. “Nadie podrá quitarle las armas a la resistencia”, dijo.
En la Argentina, esta organización es trágicamente recordada por el atentado contra la embajada de Israel y el peor ataque terrorista contra civiles en la historia del país, cuando en 1994 destruyó la sede de la AMIA en Buenos Aires, causando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos. Informaciones de los últimos días parecen confirmar que, ante su debilitamiento en Medio Oriente, la región de América Latina corre el riesgo de consolidarse como refugio de Hezbollah.
Informes publicados por el sitio saudita Al-Hadath señalan que el grupo ordenó a 400 comandantes de campo que abandonen el Líbano por temor a ser perseguidos si se desmantela la infraestructura de la organización. Los países de destino, según el reporte, serían Brasil, Colombia, Venezuela y Ecuador.
Esta semana el programa Recompensas de la Justicia (RFJ) de Estados Unidos anunció oficialmente una retribución de hasta 10 millones de dólares “por información que conduzca a la interrupción de los mecanismos de financiación de la organización terrorista Hezbollah”. RFJ apunta a las redes financieras de Hezbollah en la zona de la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.
“Nadie sabe con exactitud el poderío actual de Hezbollah en el Líbano”, afirmó en una entrevista con
el experto israelí Ely Karmon, la nacion investigador principal del Instituto Internacional para la Lucha contra el Terrorismo, que durante años se desempeñó como asesor del Ministerio de Defensa de Israel. “Por un lado, el presidente libanés, Joseph Aoun, dijo que 2025 será el año del desarme de Hezbollah, pero inmediatamente el líder de la organización chiita le respondió que no entregaría las armas mientras haya efectivos israelíes en suelo libanés”, agregó Karmon.
“El operativo israelí de septiembre pasado con explosivos en dispositivos electrónicos y, semanas más tarde, la ofensiva terrestre diezmaron la comandancia de Hezbollah y destruyeron entre el 60 y 70% de sus misiles de largo alcance. Por eso sabemos que la directiva de Irán [principal soporte de la agrupación chiita] es establecer un período transicional hasta que lleguen tiempos mejores”, señaló el experto israelí.
Karmon también puso en duda la posibilidad de que los milicianos de Hezbollah se integren al Ejército libanés, como estaba previsto.
Ante esta situación, ¿América Latina podría ser la región alternativa para financiarse y rearmarse a la espera de los “tiempos mejores”? “Después del atentado en la embajada de Israel y el ataque a la AMIA, los argentinos tenemos una seria amenaza de lo que puede hacer Hezbollah en la región”, advirtió a el secretario de Lucha la nacion contra el Narcotráfico y Terrorismo, Martín Verrier.
“Lo que cambió en los últimos tiempos en la región es la creciente confluencia entre las bandas criminaleslocalesyHezbollah,queresulta de beneficio mutuo: recursos económicos para la organización libanesa y capacidad militar para el crimen organizado”, agregó Verrier.
El especialista detalló que, según sus investigaciones, los contactos con el crimen organizado latinoamericano se dan especialmente en el narcotráfico, pero también en el tráfico de oro y de armas. “En Brasil, gracias a esta alianza, la banda criminal Primer Comando Capital (PCC) les provee seguridad en las cárceles a miembros de Hezbollah que fueron detenidos y, en contrapartida, los libaneses les dan armas”.
Verrier advirtió también que “el esquema de financiamiento puede rápidamente transformarse en una activa operación militar”, y citó el caso del avión de la aerolínea venezolana Emtrasur Cargo que estuvo detenido en la Argentina a mediados de 2022 y llevaba tripulantes venezolanos e iraníes sospechosos de espionaje.
“La tripulación de ese avión había tenido contacto con la banda del narco uruguayo Sebastián Marset, uno de los principales narcotraficantes de Sudamérica, que fue sindicado como responsable del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Colombia”.
“No hay dudas de que cuando a Hezbollah se le complica el financiamiento por parte de Irán, se expande a otras regiones, y en América Latina tiene una estructura que puede apañarlos”, concluyó.
El “eje andino”
Pero, además del foco que Washington puso en investigar las operaciones financieras de Hezbollah en la Triple Frontera, fuentes sauditas señalaron el traslado masivo de centenares de comandantes terroristas a Ecuador, Colombia y Venezuela, reforzando lo que podría ser el “eje andino” de Hezbollah en América Latina.
En este sentido, la investigadora venezolano-estadounidense Vanessa Neumann, presidenta de Asymmetrica, un instituto dedicado a la inteligencia antiterrorista y contra el comercio ilegal, destacó a
la extensión de las redes la nacion de Hezbollah.
“Hasta ahora, cuando se hablaba de Hezbollah en América Latina se mencionaba la Triple Frontera o Venezuela, pero ahora se incluye a Ecuador y Colombia, lo que confirma el vínculo de la organización con el narcotráfico de la zona andina y también los beneficios que pueden obtener de la dolarización en Ecuador”, señaló Neumann.
Para la especialista, la región debe estar especialmente alerta a tres tipos de acciones de los terroristas libaneses. “Creo que puede haber un aumento de violencia de los carteles criminales, un incremento de las campañas de desinformación para manipular elecciones y un intento de influir en las acciones multilaterales”, concluyó.
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